Una
nueva encrucijada se nos ha encomendado, llevar un objeto, algo simplemente
palpable, pero éste debe tener un significado mil veces mas importante que los demás
de tu alrededor, los que quizá tienen años junto a tu lado, que han visto como
has crecido y envejecido, mientras tú ignoras su presencia ahogada por el polvo
circulante. . .puede esta pieza tangible tener tu edad a una semana de vida a
tu lado, su importancia es independiente del tiempo que lo recuerdas
en tus manos y en tu memoria.
La
noche anterior decidí llevar algo de mis objetos guardados que fueron creados
por mí u obsequiados, mis pensamientos se dirigieron hacia algo absolutamente
sin valor material, invendible a todo ser existente en este planeta, dibujos de
dos de mis hermanos.
Ha llegado
el día en que junto a mis pares debemos abrir la puerta al pasado,
expresar el por qué no nos cabe en la mente deshacernos de estos objetos, el
arranque a las emotivas escenas es a mi al frente, en un ángulo de 180º, mi
turno está en la espera de mis pensamientos.
Relatos
nostálgicos priman en el salón, los cristales de los rostros de las criaturas
indefensas brillan, la proyección se luce, las palabras son articuladas ansiosa
o dificultosamente, quedando atrapadas en nuestras gargantas gritando en nuestros
corazones, locos por salir o por esconderse en el exterior para vociferar
silenciosamente. Es mi turno, levanto dificultosamente mi cuerpo, una de mis
piernas tenia poca sensibilidad, inicialmente digo “Son dibujos de mis hermanos”,
los miro, recuerdos se me vienen al momento ¿inapropiado?, la expresión de mi
turbación se evidencia en la voz temblorosa, se inundan mis cristales, brillan
como los de algunos de mis pares hace momentos, se descontrolan los
sentimientos, trato de emitir palabra alguna, se me es imposible, un nuevo
intento por el entendimiento de mis observadores, ficticiamente dejo mi momento
de lado, logré articular titubeando “no puedo hablar”, vuelvo a mi puesto
derramando concretamente sentimientos que estaban más vigentes que nunca. Continuaron
mis compañeros, recayendo en sentimientos
dolorosos y/o favorables para su alma.
Debíamos regalar simbólicamente nuestros
amadas menciones concretas, afloran sentimientos, mayoritariamente se las
“obsequiaban” a los mas cercanos del grupo.
Llegó
nuevamente mi turno, todos habían pasado por el lugar elegido como un acuerdo
sin haberlo organizado. Me preparé para expresar de modo de no estimular el
llanto, primero les intento mostrar en la oscuridad el dibujo de Pablo, y su
respectivo porqué de estar presente, luego era el turno del dibujo de Tomi, para
limitar mis emociones, conté una anécdota del dibujo “En el dibujo están sus
papás y la mascota, no estamos ni mis otros hermanos ni yo” ¿Por qué?-le
pregunté a Tomás- “Porque uds están en el colegio”, escucho risas, mi animo
cambia de dirección, para luego retomar la anterior al reanudar. Termino y
pienso a quien darles mis tesoros, elegí a personas que no conozco, me baso en
sus recientes expresiones, elegí a Isidora e Iván, entonces se completó el
objetivo
No hay comentarios:
Publicar un comentario